Ciudades sostenibles e inteligentes

El futuro que veremos

El pasado 25 de mayo, Effico participó en el  IV Congreso Ciudades Inteligentes, un evento que tuvo como objetivo debatir sobre el futuro de las smart cities -ciudades inteligentes- en España, así como explorar las nuevas oportunidades que ofrece esta nueva idea de ciudad basada en la gestión inteligente de los recursos locales, que es capaz de resolver asuntos urbanos de cualquier índole anticipándose a su aparición; desde atascos, problemas de salud en la población, altos niveles de contaminación, hasta situaciones de inseguridad ciudadana susceptibles de producirse en áreas conflictivas. Se trata de una auténtica transformación del espacio urbano, consecuencia de la incorporación de tecnologías capaces de procesar los millones de datos que proporcionan sus habitantes.

Quizá, conocer que la transformación digital de la metrópoli es inminente y ser conscientes de que cambiará la sociedad y nos afectará a todos, sin tener claro de qué manera, puede resultar abrumador. Ante este panorama, se podría pensar que el futuro a corto plazo de la vida en la ciudad pudiera ser como un escenario caótico propio de ‘Blade Runner’, o cualquier otra película de ciencia ficción con tintes futuristas. Sin embargo, lejos de ello, sobre todas estas innovaciones subyace un concepto de ciudad integrada con la naturaleza que persigue la interacción constante con los ciudadanos para resolver sus necesidades. Hablamos de ciudades con “empatía”, que en su madurez, aunque suene inverosímil, serán capaces de captar las emociones de las personas que en ella habitan y dar solución a sus necesidades de manera ágil, eficiente y eficaz. Por lo tanto, debemos sentirnos tranquilos a la vez que entusiasmados: “Las personas siempre le temen al cambio, le temían a la electricidad cuando fue inventada”, ¿no es así? – Bill Gates –

La base tecnológica y la nueva economía en la ciudad inteligente

 

El mecanismo que permitirá el funcionamiento de este nuevo paradigma urbano se basa en la suma de un conjunto de tecnologías, cuyo desarrollo e implantación en la ciudad darán lugar a la auténtica revolución metropolitana: el 5G, el Internet de las cosas (IoT), big data, la Inteligencia Artificial (IA), machine Learning, deep Learning o blockchain. Dichas tecnologías definirán una nueva relación entre ciudadanos y ciudad mucho más interactiva y participativa, que favorecerá la cocreación y la toma de decisiones en conjunto. Al mismo tiempo, supondrán el impulso definitivo para nuevos modelos de consumo: la economía colaborativa, en el que se intercambian bienes y servicios a través de plataformas digitales; así como la economía circular donde “nada se pierde, todo se transforma”. Este último concepto sustituye al modelo económico convencional de extraer, producir y desechar por un nuevo sistema que consiste en un ciclo continuo que emula al de la naturaleza, en el que los residuos se convierten en un nuevo producto.

 

No todo es tecnología

“Las ciudades inteligentes son un concepto muy transversal, que hay que abordar con una perspectiva multidisciplinar”, según explica Inés Leal, Directora Congreso Ciudades Inteligentes. Ello implica una estrecha colaboración entre administraciones públicas, empresas privadas y sociedad civil. Asimismo, no todo es tecnología, la transformación digital que caracteriza la urbe del futuro tiene entre sus objetivos respaldar la participación ciudadana. Carlo Ratti, reconocido arquitecto, ingeniero y diseñador, definió muy bien esta idea: “La tecnología favorece el lado humano de las ciudades. Tiene más que ver más con la capacidad de las personas de sentir, de interactuar y crear una interfaz con los ciudadanos”. Por lo tanto, cualquier proyecto de smart city ha de proponer soluciones a medida que entiendan la particularidad, los problemas y necesidades del entorno local. Esto último se hace posible mediante el complejo entramado digital que inundará este nuevo contexto urbano, el cual estaría conformado por un sistema sensorial capaz de obtener y distribuir información sobre las personas que en ella habitan; se convierte, pues, en una poderosa herramienta para captar y compartir la sensibilidad y la inteligencia colectiva, y así permitir el codiseño de la ciudad, además de dar respuesta en tiempo real de los problemas y necesidades ciudadanas.

 

 

Desafíos y oportunidades

Cierto es que la conectividad permanente que implica la smart city tendrá que responder a nuevos problemas y desafíos que, a su vez, plantean nuevos interrogantes entre la población: ¿perderemos toda nuestra privacidad?, ¿quién y cómo se gestionarán todos esos datos?, ¿estaremos protegidos de los ciberataques?, ¿llegarán las máquinas a controlarnos? etc. Toda innovación conlleva sus riesgos. Las amenazas existen y hay que enfrentarlas. Garantizar la seguridad de los datos ha de ser una tarea prioritaria de los gobiernos locales para prevenir las vulnerabilidades del sistema. Del mismo modo, la educación digital de la ciudadanía también será vital. De esta manera, se podrán reducir los riesgos que afecten la infraestructura y seguridad de estas nuevas comunidades digitales.

El desarrollo tecnológico hay que asumirlo, hemos de adaptarnos a él. A pesar de los inconvenientes, esta nueva era trae consigo enormes oportunidades que debemos de saber aprovechar. Las ciudades se convertirán espacios más saludables, inclusivos, accesibles, participativos con sistemas transporte limpios y de generación de energías renovables. Estas innovaciones se harán extensivas a las zonas rurales; lo que permitirá recuperar la agricultura local y convertir las zonas agrícolas en un nuevo hábitat para emprendedores.

 

En definitiva, la transformación digital y todas esas tecnologías mencionadas anteriormente, que tanta inquietud, curiosidad e incertidumbre despiertan, van dirigidas a alcanzar un fin, que se resume en los siguientes términos: sosteniblidad, eficiencia y participación. La expansión de la ciudad inteligente está encaminada a dibujar un porvenir optimista, capaz de enfrentar a nivel local los grandes desafíos globales que aborda la Agenda 2030 de las Naciones Unidas en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

 

Entendemos el presente, nos preparamos para el futuro

Effico, empresa canaria de ámbito nacional que presta servicios de alumbrado público y mantenimientos integrales, es consciente de que su sector de actividad tiene un papel muy importante en el funcionamiento de las ciudades inteligentes. Los sistemas de iluminación exterior actuarán como las neuronas que conforman el sistema nervioso de las smart cities, coordinando las distintas acciones de estos entornos digitales.

La Compañía de Eficiencia y Servicios Integrales S.L, (Effico) quiere ser parte del cambio. Para ello trabaja en proyectos de smart city que serán desarrollados en coordinación con gobiernos municipales y otras entidades buscando, por supuesto, la colaboración ciudadana. En este sentido, la empresa entiende que es esencial comprender hacia dónde va el desarrollo tecnológico, con el fin de incorporar las innovaciones técnicas que exige la transformación digital de las ciudades. La participación de la compañía en el IV Congreso Ciudades Inteligente fue una nueva oportunidad para ello.

 

La tecnología avanza de manera exponencial

No cabe duda que nos encontramos en la antesala de grandes cambios. Las nuevas generaciones como los millennials o la generación Z lo afrontarán con menos asombro. ¿Pero cómo será para aquellos que vivieron la época previa a internet?, ¿qué pensarán al ver esos programas nostálgicos que rememoran viejos éxitos de ficción como el ‘Coche Fantástico’?, por citar un ejemplo. Seguramente caerán algunos mitos. La tecnología avanza de manera exponencial. Tanto, que el viejo Michael Knight y el legendario Kit pasarían desapercibidos entre la futuras avenidas y calles urbanas transitadas por vehículos autónomos asistidos con inteligencia artificial.

 

 

 

Fuentes: Redes RTVE.es, El País, Ecointeligencia, Lab24 RTVE.es, El Mundo, smartcity.es

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